¿Sabes qué es la norma ISO 31000? Esta norma internacional de gestión de riesgos es fundamental para la planificación estratégica y la toma de decisiones en organizaciones de todo tipo.
En el entorno empresarial, cada empresa se enfrenta a una gran variedad de riesgos, en los que influyen directamente las particularidades del mercado en el que opera. A pesar de la considerable autonomía de que dispone cada organización para gestionar sus propios riesgos, el mercado exige cierta normalización para garantizar la credibilidad de las acciones emprendidas y los resultados obtenidos.
En este contexto surge la importancia de la norma ISO 31000, conocida como Norma Internacional de Gestión de Riesgos. Esta norma define los principios fundamentales de la GGR, proporcionando un marco esencial para su aplicación a lo largo de las distintas etapas de la evolución organizativa. Pero, ¿cómo funciona realmente esta directriz? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Qué encontrarás en este blog:
Toggle¿Qué es la ISO 31000 (Norma Internacional para la Gestión de Riesgos)?
ISO 31000 es una norma internacional en el ámbito de la gestión de riesgos. Su principal objetivo es proporcionar directrices que puedan adaptarse a cualquier tipo de organización y a su contexto específico. A diferencia de muchas otras normas ISO, el propósito de la ISO 31000 destaca por su concisión, lo que la convierte en una herramienta de referencia para orientar los procesos de toma de decisiones, la planificación estratégica y la gestión eficaz de los riesgos.
Aunque muchas organizaciones ya adoptan algún nivel de gestión de riesgos, las mejores prácticas recomendadas por la norma ISO 31000 están diseñadas para mejorar y optimizar estos procesos, centrándose más en promover la seguridad en el lugar de trabajo.
Además, la norma abarca principios y directrices exhaustivos que permiten a las organizaciones realizar análisis detallados y evaluaciones de riesgos sólidas, lo que conduce a decisiones más informadas y estrategias de gestión más eficientes.
En otras palabras, la aplicación de los principios y directrices de la norma ISO 31000 no sólo mejora la eficacia operativa y la gobernanza organizativa, sino que también refuerza la confianza de las partes interesadas y reduce las posibles pérdidas financieras y los daños a la reputación corporativa.
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¿Cuáles son los principios de la norma ISO 31000?
Los principios de la norma ISO 31000 ofrecen un marco flexible que permite a cada empresa adaptar su enfoque de gestión de riesgos en función de sus necesidades específicas. Comprueba cuáles son estos principios a continuación:
Integración
La gestión de riesgos debe abarcar todas las actividades y relaciones empresariales, considerando cómo afectan los riesgos a cada parte de la organización.
Estructura y alcance
La información recopilada a lo largo del proceso de gestión de riesgos debe tratarse de forma metódica y exhaustiva para obtener resultados coherentes.
Personalización
Cada empresa tiene necesidades y objetivos únicos. Por lo tanto, la estrategia de gestión de riesgos debe adaptarse a estas características individuales. Por ejemplo, una empresa tecnológica de nueva creación y una empresa energética tendrían enfoques diferentes debido a la distinta naturaleza de sus negocios.
Inclusión
Al igual que ocurre con la gobernanza corporativa, es crucial promover la equidad e incluir a todas las partes interesadas en la gestión de riesgos. Esto implica concienciar sobre las prácticas de gestión de riesgos y garantizar que las decisiones se toman teniendo en cuenta el impacto en todas las partes implicadas.
Dinamismo
La agilidad es crucial para una gestión eficaz de los riesgos. El proceso debe ser dinámico y flexible, permitiendo a la empresa adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado, la normativa u otras circunstancias que puedan afectar a los riesgos a los que se enfrenta.
Calidad de la información
Obtener y utilizar información de alta calidad es fundamental. Las decisiones fundamentadas dependen de la exactitud y fiabilidad de los datos disponibles. Por ejemplo, una compañía de seguros necesita información precisa sobre los riesgos cubiertos por sus políticas.
Mejora continua
La búsqueda de la excelencia debe ser constante. Revisando y optimizando continuamente el proceso de gestión de riesgos, una empresa puede mejorar sus planteamientos y conseguir resultados cada vez mejores. Una cadena de restaurantes, por ejemplo, puede revisar periódicamente los riesgos asociados a la seguridad alimentaria para garantizar la máxima seguridad de los clientes.
Estos principios guían el enfoque de la norma ISO 31000, proporcionando un marco sólido para que las organizaciones desarrollen estrategias de gestión de riesgos que se ajusten a sus circunstancias particulares.
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¿Cuáles son las ventajas de la norma ISO 31000??
Las organizaciones que adopten las directrices de la norma podrán obtener una serie de beneficios, dado que las directrices establecidas en la norma ABNT ISO 31000 son aplicables a diversos tipos de riesgo. Comprueba los beneficios a continuación:
- Mayor eficacia en las operaciones;
- Mejora del rendimiento de los procesos relacionados con la salud y la seguridad en el trabajo;
- Reducción de las pérdidas;
- Garantía de gobernanza y confianza entre las partes implicadas;
- Fomento de la proactividad organizativa en todos los ámbitos;
- Establecimiento de bases sólidas para la toma de decisiones.
¿Cómo aplicar la gestión de riesgos basada en la norma ISO 31000?
La aplicación de la gestión de riesgos basada en la norma ISO 31000 implica seguir un proceso estructurado con los siguientes pasos:
Etapa 1: Comunicación y consulta
En esta fase, es esencial implicar a las partes interesadas. Se trata de informarles de los riesgos (comunicación) y recabar su opinión para tomar decisiones con conocimiento de causa (consulta).
Paso 2: Definir el alcance, el contexto y los criterios
Adapta el proceso de gestión de riesgos a tu organización. Esto incluye definir qué actividades abarca el proceso, teniendo en cuenta el contexto interno y externo de tu empresa. Establece además criterios que ayuden a evaluar los riesgos en relación con los objetivos de la organización.
Paso 3: Evaluar los riesgos
En este paso se identifican, analizan y evalúan los riesgos. Identificar implica encontrar y describir los riesgos. El análisis requiere comprender la naturaleza de los riesgos, teniendo en cuenta factores como la probabilidad, las consecuencias y la volatilidad. La evaluación compara los resultados del análisis con los criterios definidos anteriormente, ayudando a la toma de decisiones, que puede incluir la elección entre opciones de tratamiento del riesgo, la realización de análisis adicionales o el mantenimiento de los controles existentes.
Paso 4: Abordar los riesgos
En esta fase, seleccione y aplique estrategias para abordar los riesgos. Evalúa la eficacia de las medidas adoptadas y determina si el riesgo es aceptable o necesita más tratamiento.
Etapa 5: Seguimiento y análisis crítico
Garantiza la calidad y eficacia continuas del proceso de gestión de riesgos en todas sus fases. Para ello, supervisa los resultados de las acciones emprendidas, evalúa si el proceso está funcionando como se esperaba y realiza análisis críticos para identificar áreas de mejora.
Etapa 6: Registro e informes
Por último, documenta todo el proceso de gestión de riesgos y sus resultados. Esto no sólo cumple los requisitos de información, sino que también proporciona una base sólida para mejorar la comunicación y la toma de decisiones en el futuro. No te olvides de tener en cuenta las necesidades de las distintas partes interesadas a la hora de registrar y comunicar la información.
Siguiendo estos pasos, estarás aplicando la gestión de riesgos según las directrices de la norma ISO 31000,lo que ayudará a tu organización a tomar decisiones más informadas; , a afrontar la incertidumbre con mayor eficacia y a mejorar su capacidad de recuperación ante los retos.
¿Cuándo implantar la gestión de riesgos basada en la norma ISO 31000?
La norma proporciona directrices que pueden adaptarse y aplicarse en una amplia variedad de situaciones en las que la evaluación, el tratamiento y el seguimiento de los riesgos son fundamentales. A continuación se exponen algunas de las situaciones en las que las empresas pueden beneficiarse de la aplicación de la norma ISO 31000:
Cambios en los objetivos organizativos
Cuando una empresa reformula sus objetivos y metas estratégicas, la evaluación de riesgos se convierte en un elemento crucial para garantizar que las nuevas metas se alcancen con el mínimo de obstáculos y contratiempos. En este contexto, la norma ISO 31000 ofrece un marco para identificar cómo pueden afectar los riesgos a los nuevos objetivos definidos.
Transformaciones internas y externas
A medida que las empresas se enfrentan a transformaciones internas, como la reestructuración o la expansión, o se ven afectadas por cambios externos, como nuevas normativas o la intensificación de la competencia, la norma ISO 31000 ayuda a evaluar y adaptar los planes de gestión de riesgos existentes.
Decisiones estratégicas
Las decisiones importantes que pueden influir en los riesgos a los que se enfrenta la organización, como el lanzamiento de nuevos productos, la entrada en nuevos mercados o la adopción de nuevas tecnologías, deben basarse en la evaluación de riesgos. La norma ofrece un proceso estructurado para evaluar estos riesgos y tomar decisiones más informadas.
Escenarios de incertidumbre
En entornos donde la incertidumbre es elevada, como en mercados volátiles o durante crisis económicas, ISO 31000 ofrece un método sistemático para identificar riesgos emergentes y tomar medidas proactivas para mitigarlos.
Revisión de riesgos y medidas de mitigación
Periódicamente, la empresa debe revisar su comprensión de los riesgos existentes y las medidas de mitigación aplicadas. Esto garantiza que las estrategias de gestión de riesgos estén actualizadas y sean eficaces a medida que se adquiere nueva información.
Cumplimiento legal
La norma puede utilizarse para ayudar a las empresas a comprender y evaluar los riesgos asociados al incumplimiento de los requisitos legales y reglamentarios, garantizando su cumplimiento permanente.
Cambios operativos
Cualquier cambio significativo en las operaciones de la empresa, como cambios en los procesos, los proveedores o las tecnologías, puede introducir nuevos riesgos. ISO 31000 ofrece un método para identificar y abordar estos riesgos de forma estructurada.
Cuenta con la ayuda de un software de gestión de riesgos para aplicar la norma ISO 31000
En un escenario en el que diferentes áreas necesitan trabajar juntas, es esencial tener un enfoque organizado del mapeo de riesgos. Una forma de hacerlo eficazmente, es utilizando herramientas que lleven un registro de los indicadores de seguridad; ya que esto facilita el funcionamiento interno de la empresa.
En este sentido, se sugiere adoptar un software de gestión de riesgos que pueda cotejar y organizar toda la información. Con esta base sólida, la empresa puede hacer frente con eficacia a los riesgos. Beltel software de gestión de riesgos, es una opción interesante en este sentido.
Belt te ayuda a comprender con mayor precisión los riesgos de cada actividad. Y así crear mejores planes para mitigar riesgos y aplicar controles que realmente funcionen.
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