La definición de metas debe ser una constante en cualquier empresa, a fin de que tanto la dirección como los colaboradores sepan qué trayectoria deben tomar para garantizar el éxito organizacional.
Mientras todos están alcanzar las metas, la empresa vive un clima de felicidad. Sin embargo, cuando éstas no son atendidas, comienza la reflexión: ¿es que hemos hecho algo mal o es que las metas se definieron sin un método correcto?
En la publicación de hoy, usted aprenderá a lidiar con la situación y salir de esa situación. ¡Comencemos!
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ToggleControl de metas: ¿para qué?
Conducir una organización sin metas muy claras es como tomar el coche sin un destino correcto. En un momento dado, usted puede quedarse sin gasolina, sin copiloto y con el motor hirviendo.
Las metas sirven para orientar las acciones de la empresa, establecer marcos que ayuden a evaluar el crecimiento y evolución del emprendimiento. Esto puede darse en los niveles estratégico, táctico y operacional.
El seguimiento sistemático (y sus respectivos resultados parciales) es el que garantiza el cumplimiento de metas. En este sentido, toda la organización debe estar involucrada y motivada para alcanzar esos pequeños, pero valiosos objetivos.
No alcanzamos la meta, ¿y ahora?
Las metas deben ser palpables y basadas en números x tiempo. Por ejemplo: conquistar 10% más clientes cada mes; reducir los costes de contratación en un 15% en los próximos 6 meses; etc.
Si usted definió sus metas de forma genérica, como «conquistar más clientes», ese puede ser el motivo que llevó a la empresa a fracasar en el cumplimiento de las mismas. Después de todo, lo que significa «más clientes» para usted, no significa lo mismo para otras personas.
Otra razón que puede haber afectado sus resultados es la interpretación de las metas por parte de su equipo. Si ven las metas como sus enemigas o como una exigencia más de las que ya tienen diarias, usted tiene un problema.
Los objetivos deben ser estimulantes y motivar a las personas a superar sus propios desafíos. Evite colocar sectores o profesionales para que compitan entre sí, después de todo, todos deben estar alineados y en sinergia para contribuir al éxito de la empresa.
Además, puede que esté haciendo el control de metas de forma incorrecta. Las metas pueden ser inalcanzables, por ejemplo. A la hora de determinarlas, es necesario considerar el historial de la empresa e ir caminando escalón a escalón.
¿Su empresa busca culpables?
En algunas empresas, además de las metas ser vistas como una obligación adicional, ellas también sirven de punto de apoyo para apuntar errores, pero nunca aciertos. En otras palabras, si la meta se cumple, no era más que obligación de las personas; si no se cumple, la culpa es de todos y eso se convierte en un trastorno.
Si usted se da cuenta de que su empresa trata las metas de esta manera, es otro motivo para que el cumplimiento de metas no sea la prioridad número uno de su equipo.
Analizando más allá de los resultados
Además de verificar si una meta ha sido o no alcanzada y por qué, es importante que la empresa cree una cultura de desarrollo de acciones correctivas y/o preventivas para que en el próximo período el resultado sea diferente del actual.
En el software Gestión Estratégica, por ejemplo, cuando una meta no es alcanzada, el responsable de la meta debe hacer un análisis de Hecho Causa y Acción y luego proponer acciones con tiempos de entrega, para que en el mes siguiente la situación sea revertida. El que está por encima del responsable en la jerarquía, recibe una alerta de que existe un informe de seguimiento con las razones del no cumplimiento de la meta y las acciones previstas y acompaña el desarrollo, pudiendo incluso, ayudar a pensar en otras maneras de crear un resultado positivo.
Otras formas de revertir la situación
Revise sus metas. ¿Están claras? ¿Se han comunicado a todos? ¿Son factibles? Vaya directamente a los puntos donde hay mayor incidencia de fallas, buscando identificar dónde la empresa ha dejado de cumplir con su papel.
Otro paso es intercambiar una idea con su equipo. Si las conquistas son de todos, los fracasos también. Evite juzgar a cualquier persona o equipo por el incumplimiento de las metas. Establezca un diálogo abierto, donde los comentarios sean constructivos y contribuyan a que las nuevas metas se cumplan con calidad.
Vale la pena observar la diferencia entre metas individuales y colectivas. Cuando una meta depende de una sola persona y está dentro de lo que puede ser cumplido, es más fácil determinar el motivo por el cual el objetivo no pudo alcanzarse.
Vea también nuestro artículo sobre las metas compartidas
Por otro lado, las metas colectivas dependen de la interacción entre dos o más personas, lo que no es tan simple como parece. En este sentido, corresponde a la empresa promover la integración entre funcionarios, capacitarlos de forma que todos tengan las mismas condiciones de desarrollar un buen trabajo y acompañar el desempeño individual y colectivo con frecuencia. y colectivo con frecuencia.
También es posible tomar un posicionamiento optimista en relación a esa barrera, uniendo a su equipo en torno a propósitos mayores. Motive, aliente y mantenga sus metas siempre a la vista. De esa forma, nadie olvidará sus deberes.
Controlar las metas es un trabajo detallista, que exige tiempo y dedicación. ¡Por lo tanto, si usted quiere hacer las cosas correctas la próxima vez, no deje de contar software de gestión estratégica!