Es una práctica común en el mercado global. La estructuración de programas de compliance ha ganado fuerza en el país en los últimos años. Cada vez hay una mayor necesidad de adoptar prácticas efectivas de control, que agreguen valor a los stakeholders y que sean comprendidas por las empresas, direccionándolas hacia el desarrollo de una cultura organizativa pautada en preceptos éticos.
Además de presentar normas, el compliance promueve cambios que contribuyen al fortalecimiento de la imagen de la empresa, aumentan el grado de confianza de los formularios, clientes e inversores, optimizan la eficiencia del trabajo y mejoran los niveles de gobierno corporativo.
Sin embargo, más que establecer un programa, las empresas necesitan certificar su efectividad para alcanzar los beneficios deseados. En ese sentido, la gestión estratégica aparece como una aliada importante.
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Toggle¿Qué es el compliance?
Antes de seguir adelante, es necesario aclarar lo que es el compliance. El origen de la palabra viene del término “comply”, del inglés, que quiere decir “actuar conforme a las reglas”. En un principio, ese era el papel del compliance, garantizar que una empresa estuviese en conformidad con sus obligaciones legales.
Sin embargo, con el tiempo quedó claro que no es posible adecuarse a las normas sin conocer y considerar todos los procesos internos y personales involucrados en la rutina de la organización. A partir de eso, el compliance se convirtió en un proceso más amplio, eficaz y valioso.
Establecer un código de conducta que esté de acuerdo con las leyes y con las prácticas, objetivos y valores de cada empresa contribuye para que su trabajo sea realizado con más transparencia, algo cada vez más valorado por la sociedad.
¿Cómo garantizar la efectividad del programa?
No basta con solo tener en un documento las normas según las cuales la empresa desea que operen sus empleados. Para que eso funcione, es necesario entender el compliance como una estrategia empresarial.
Eso significa que la empresa necesita reunir esfuerzos para que ese código de ética y conducta sea desarrollado de forma seria, tomando en cuenta a todos los profesionales.
Para el éxito del programa, la empresa necesita de profesionales capacitados y designados para analizar los propósitos y efectos de cada regla en la rutina organizacional. El compliance será efectivo solo por medio de esa “personalización” en el proceso de transformación y conquista de resultados.
Vale mencionar también que la flexibilidad es necesaria para adecuarse a las tendencias y nuevas exigencias. En otras palabras, el programa necesita ser revisado y reevaluado periódicamente.
¿Cómo la gestión estratégica favorece al proceso?
Como se puede inferir, la implementación de un programa eficaz de compliance no es un proceso simple ya que demanda tiempo y otros recursos. Por eso, es mejor que sea incluido en las estrategias organizacionales y, en ese sentido, el equipo de gestión es un aliado importante.
Es a partir de la gestión estratégica que las ideas para la implementación de prácticas de compliance se vuelven viables y capaces de producir resultados para la empresa. Es necesario analizar la organización desde diversos puntos de vista, desarrollar una planificación para direccionar el proyecto y garantizar que sea realizado y aplicado con éxito.
Y es esa planificación la que permite, por ejemplo, que los valores, objetivos y características de una organización, además de sus stakeholders, sean tomados en cuenta en el compliance.
En otras palabras, son los conocimientos y procesos relativos a la gestión estrategica los que garantizan el éxito de la adopción de las prácticas de compliance en una empresa.
Eso incluye el hecho de que esa administración sea algo continuo y que, por lo tanto, contribuya a la detección de nuevos riesgos, eficiencia, efectos y necesidades de cambios en el programa utilizado por la organización.
Por lo tanto, la gestión estratégica facilita el compliance, así como el compliance ayuda a mantener la gestión estratégica al día, en la medida en que la implementación de mejores prácticas internas contribuye al aumento de la competitividad de la organización.
¿Pudiste percibir lo beneficioso de aliar estas dos prácticas en tu empresa? ¡Deja tus comentarios!