El planificación estratégica es esencial para la cultura de cualquier empresa. Sin embargo, es común que esto suene muy subjetivo o etéreo a los oídos de los colaboradores. Sabemos que la junta quiere crecimiento y eso es genial. ¿Pero cómo? La falta de conexión entre los dos extremos a menudo desmotiva al equipo, y está estrechamente ligada a la ausencia de objetivos claros y de “resultados clave” compartidos.
Y una de las formas de evitar este peligroso desajuste es la implementación de la metodología OKR Objetivos y Resultados Clave (en inglés Objectives and Key Results).
Los beneficios de OKR son diversos y extremadamente impactantes en la gestión de las empresas. Es importante conocerlos para saber más efectivamente cómo los OKRs pueden ayudar a resolver sus problemas de manejo.
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Toggle¿Cuáles son los beneficios de la metodología OKR y cómo incorporarla?
En primer lugar, es necesario entender que los OKRs deben ser parte de la identidad de la empresa, en forma de una cultura de comunicación y de compartir objetivos interrelacionados, que pueden ser alcanzados individual o colectivamente. Esto significa llevar los objetivos macro de la empresa (es decir, su estrategia) a los empleados a través de metas y resultados claros. La iniciativa permitirá a cada profesional comprender su ámbito de trabajo y así dirigir sus esfuerzos sin malgastar energía en lo que no importa.
La gestión objetiva de los OKRs tiende a aumentar la productividad y a reducir en gran medida el tan temido estrés en el ambiente de trabajo. Es decir, el empleado se sentirá motivado para trabajar con objetivos claros y resultados tangibles en un tiempo estipulado (no más de una cuarta parte). Al producir más, la autoestima del empleado aumenta y el ambiente de trabajo se vuelve más ligero y feliz. En otras palabras, es una ecuación en la que todos ganan.
Poner en práctica los OKR para lograr los objetivos
Puede tener una lista de objetivos (OKRs), que pueden ser de la empresa, del equipo y también individuales. Cada objetivo se establece para un cuarto. Para cada objetivo se obtienen resultados clave mensurables. Debe ordenar los KRs (Key Results) en orden de dificultad – de los más fáciles a los más difíciles.
Para cada resultado clave, tiene un indicador de progreso, que puede ser, por ejemplo, una nota de 0 a 10 o una escala de porcentaje de 0-100%.
Crear un sistema de gestión para tener un equipo motivado
El primer paso es controlar el rendimiento de cada uno de los profesionales de su equipo. Para lograrlo, es esencial establecer un sistema de gestión bien definido. De esta manera, será posible hacer un seguimiento de las demandas, corregir los errores frecuentes y evaluar los resultados obtenidos. Esta es una manera de demostrarle a cada miembro de su equipo que:
- Las tareas se están llevando a cabo correctamente.
- Los errores se pueden corregir con pequeños cambios.
- La participación de cada persona es importante para la sinergia del grupo.
Así, todos se sentirán parte de un sistema y, en consecuencia, podrán percibir su valor dentro de la organización.
Concluyendo
Para que puedas mantener el equipo “encendido”, puede hacer una matriz que represente el período de 3 meses. Divides el mes en semanas y cada semana que pasa hace una historia de lo que se logró con el indicador de progreso. El gerente puede enviar un correo electrónico, semanal o mensual, informando al equipo “dónde está” hacia su objetivo.
¿Qué opinas de esta técnica? ¿Listo para implementar? ¿Ya tienes una meta para los próximos 3 meses? Para ayudarte, lee nuestro texto y descubre si la metodología de gestión de OKR puede reemplazar al BSC..
La motivación es la consecuencia de un buen trabajo de gestión realizado por un líder. Pon en práctica nuestros consejos, fortalece los lazos entre tus empleados y tú, y logra excelentes resultados para tu organización.