Con una facturación de R$127.331 billones en 2014, en un rápido crecimiento desde 2010*, el excelente desempeño de las franquicias en Brasil anima a las personas con espíritu emprendedor que quieren iniciar sus propios negocios sin correr grandes riesgos.
La franquicia ha permitido a las empresas expandir sus emprendimientos y marcas a un costo menor. En general, este modelo permite replicar un negocio ya establecido, en el que corresponde al franquiciador tener la visión del negocio y estructurar los medios para alcanzar el objetivo. El franquiciado, por su parte, tiene que llevar a cabo los pasos para alcanzar su objetivo, siguiendo las directrices del franquiciador.
Según la ley federal que reglamentó las franquicias en Brasil, el negocio de franquicia es el sistema por el cual un franquiciador cede al franquiciado el derecho de utilizar la marca o patente, asociada al derecho de distribución exclusivo o semi-exclusivo de productos o servicios, a cambio de remuneración directa o indirecta, sin caracterizar vínculo laboral.
Con este modelo se crea una relación de responsabilidad y compromiso en la cual las planificaciones estratégicas y comerciales desempeñan un papel fundamental para formular la misión, la visión y los valores institucionales. Según Adir Ribeiro, Maurício Galhardo, Leonardo Marchi y Luis Gustavo Imperatore, autores de Gestão Estratégica do Franchising (Gestión Estratégica de las Franquicias), la gestión estrategica busca hacer el puente entre la estrategia y el mejor empleo posible de los recursos disponibles para el logro de los objetivos empresariales.
Según estos autores, sólo la planificación no es capaz de garantizar el futuro y el éxito de cualquier organización, “pues varios otros elementos deben estar presentes, como la gestión eficaz de los resultados e indicadores, una política de retención de talento y capacitación continua, un proceso de comunicación y alineación entre todos los interesados, políticas comerciales adherentes al mercado, mix de productos, entre varios otros ítems.” Si bien la planificación no evita completamente el riesgo, sí aumenta las oportunidades de que el proyecto esté bien estructurado y funcione.
Pero, ¿cómo administrar estratégicamente varias unidades franquiciadas? En la búsqueda constante por la excelencia, la técnica de evaluación comparativa o benchmarking se destaca como herramienta de crecimiento. El método consiste en aprender con las mejores experiencias de empresas similares. La esencia del benchmarking parte del principio de que ninguna empresa es la mejor en todo, sin embargo, hay que reconocer que existen en el mercado otras organizaciones que actúan mejor en determinados puntos.
Analizar detalladamente las franquicias líderes en sus nichos de mercado y tratar de identificar sus metodologías exitosas es una combinación que va a facilitar y agilizar la construcción de un modelo estratégico organizado y cada vez más prometedor. Todo esto se puede hacer automáticamente, a través de un software 100% web donde se pueden obtener varios tipos de comparaciones y filtros, la perspectiva del desempeño de productos y procesos de las franquicias, con el fin de obtener mejores resultados aprovechando las experiencias de otros.
Mientras se mantiene siempre la imparcialidad y confidencialidad de los datos de las partes involucradas, el software identifica los resultados de procesos a través del análisis estadístico de indicadores robustos para comparar, evidenciando las mejores prácticas para optimizar los resultados.
De esta forma, es posible establecer una red entre los franquiciados, donde se comparten las mejores prácticas, proporcionando una evolución conjunta y una competencia sana entre las unidades.
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*Información tomada del informe Evolução do setor em 2014, publicado por la Asociación Brasileña de Franquicias.
