Aquí, en el blog de Actio ya hemos hablado alguna vez de los beneficios de la tecnología para la administración empresarial, especialmente de la automatización de procesos para ganho de agilidade e eficiência. Obviamente, a gestão de pessoas também é uma das grandes afetadas pelas mudanças tecnológicas, mas não apenas nessa questão. Atualmente, gerir pessoas tem se tornado um processo bem mais eficiente e preciso.
O que você vai encontrar neste blog:
ToggleRumbo a la meritocracia
Hace mucho tiempo que entendimos que la mejor forma de mantener los verdaderos talentos en la empresa es implementar una cultura de meritocracia, donde se dan las mismas condiciones para todos los trabajadores y se valorizan aquellos que se destacan por sus logros. Sin embargo, medir el desempeño de un equipo no siempre es tan fácil.
Existen factores subjetivos involucrados en una evaluación de rendimiento que no esté pautada en datos concretos. La percepción de un gestor o colega de trabajo puede interferir en el correcto análisis de la evolución de un profesional.
Es aquí donde la tecnología entra como una gran aliada. En primer lugar, registrando las habilidades iniciales de cada miembro de la organización, su formación, capacidades y actitudes. En base a esos datos, es posible trazar metas que combinen con el perfil y ocupación de cada persona, atribuyendo responsabilidades que puedan ser compatibles.
Entonces, se hace el seguimiento de estas metas por medio de indicadores de rendimiento individuales, que revelan si los objetivos propuestos para cada miembro del equipo serán alcanzados según lo planificado.
En el momento de recompensar a aquellos que se destacaron, basta evaluar los números imparciales arrojados en los resultados. Así, es posible implementar una cultura de meritocracia efectiva y justificar la razón por la cual este o aquel trabajador obtenga un mejor resultado.
Dando mayor transparencia a las decisiones
Ya que hablamos de justificar elecciones y decisiones, debemos entrar en el asunto de la transparencia. Es común ver rumores del tipo “fulano es el preferido del jefe” o “sultano es el padrino de beltrano”. De hecho, el proteccionismo puede existir en las corporaciones y debemos combatirlo con mecanismos más confiables de evaluación, como la tecnología.
Si tienes un sistema de gestión de rendimiento en la empresa, la apertura para el favoritismo deja de existir. Cada trabajador es evaluado por aquello que hace, por sus esfuerzos en volverse un profesional mejor cada día. Así, al escuchar cualquier comentario mal intencionado, usted puede utilizar la comunicación interna para esclarecer los hechos, dejando claro para todos los involucrados cuáles son los criterios para conceder beneficios y ventajas.
En el reclutamiento interno, por ejemplo, puedes utilizar los datos extraídos de tu sistema de gestión de rendimiento para hacer la mejor selección para la promoción, justificando, ante toda la organización el porqué de ella.
Este tipo de actitud le trae mayor credibilidad y confianza a la empresa, revela un interés real en el desarrollo de cada persona y fortalece el compromiso de los profesionales.
Alineando objetivos
Una de las mayores dificultades de las organizaciones está en concientizar a las personas con respecto a la importancia de alcanzar las metas. Generalmente, la recepción de una meta se toma como la presión por los resultados que sólo benefician a la alta dirección, lo que hace de la comunicación un agente indispensable para desarrollar esta visión.
Cuando posee una tecnología que te permite conectar objetivos de negocio con la actuación de las personas, es más fácil tener la alineación necesaria para que la empresa siga adelante con calidad y resultados de excelencia.
Por ejemplo: la operadora de la central telefónica tiene la meta de un tiempo promedio de atención de 1 minuto. Ella puede considerar esto como algo completamente sin sentido, sin embargo, el tiempo que a ella le toma transferir una conexión se refleja en la satisfacción del cliente. Y este indicador es de extrema importancia para la empresa, pues se refleja en ventas y en facturación.
Un cliente inconforme con la atención deja de comprar en tu empresa, actúa como un detractor de la marca, replica su insatisfacción a otras personas y acaba minando buena parte de las estrategias de marketing que son direccionadas a la captación de nuevos consumidores. En total, un simple desinterés puede representar daños.
Si tienes las condiciones de demostrar esto a tu equipo por medio de datos concretos, tienes el poder de generar mayor compromiso, comprometer a tus trabajadores y tenerlos realmente involucrados en los resultados de la organización.
¿Ves como la tecnología tiene que ver con el manejo del personal? ¡Comparte con nosotros tus experiencias dejando tus impresiones en los comentarios!
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