La planificación es esencial en cualquier organización para alcanzar los objetivos.
Sin embargo, los términos planificación «estratégica», «táctica» y «operativa» suelen utilizarse indistintamente, cuando en realidad representan niveles y procesos de planificación diferentes.
Teniendo esto en cuenta, en este blog exploraremos en qué consiste cada uno de estos tipos de planificación y sus principales diferencias. ¡Buena lectura!
Diferencias entre planificación estratégica, táctica y operativa
Para dilucidar las distinciones entre planificación estratégica, táctica y operativa, es útil imaginar que cada una de ellas trata de responder a preguntas diferentes, ayudando a acercar a la empresa a sus objetivos primarios.
En resumen, la estrategia se ocupa del «qué», la táctica del «cómo» y las operaciones de la «acción». A continuación analizaremos en detalle cada uno de ellos.
¿Qué es la planificación estratégica?
La planificación estratégica es la base sobre la que se construye toda la estructura organizativa, establece la visión a largo plazo de la empresa y traza las vías para alcanzar los objetivos globales.
Esto implica definir la misión, la visión y los valores de la empresa, así como analizar el entorno externo e interno.
Las acciones estratégicas, concebidas a largo plazo, suelen abarcar un periodo de 5 a 10 años. Adoptar un enfoque amplio de la organización evita excesivos detalles que serían difíciles de prever para un horizonte tan lejano.
Este proceso es esencial para minimizar las disparidades entre lo que se planifica y lo que se ejecuta, proporcionando una base sólida para adaptarse a los cambios en el entorno empresarial.
Sin embargo, es crucial revisar y actualizar continuamente la planificación estratégica para garantizar que la información siga siendo pertinente y pueda servir de base para la toma de decisiones.
Principales características de la planificación estratégica
- Visión global: La planificación estratégica implica una visión global de la organización, teniendo en cuenta su misión, visión, valores y objetivos a largo plazo.
- Responsabilidad ejecutiva: La responsabilidad de formular y aplicar la planificación estratégica recae en la alta dirección y los principales ejecutivos de la empresa.
- Largo plazo: La planificación estratégica abarca horizontes temporales más amplios, normalmente de cinco a diez años, lo que permite a la organización definir y alcanzar objetivos a largo plazo y adaptarse a los cambios del entorno externo.
La alta dirección y los principales ejecutivos son responsables de dirigir el proceso de planificación estratégica, garantizando que las estrategias adoptadas se ajusten a la visión a largo plazo de la organización y a las condiciones del entorno externo.
Lea también: Cómo hacer planificación estratégica con el BSC
¿Qué es la planificación táctica?
La planificación táctica se encarga de fijar los objetivos y las condiciones para que se lleven a cabo las acciones previstas en la planificación estratégica. Además, es esencial evaluar y controlar los riesgos para afrontarlos con eficacia.
Mientras que la planificación estratégica abarca toda la organización, la planificación táctica opera a una escala más limitada. Se aplica a nivel departamental, a veces centrándose en procesos específicos de extremo a extremo.
Dado su enfoque más específico, las decisiones de la planificación táctica pueden ser tomadas por líderes que ocupan posiciones intermedias entre la alta dirección y el nivel operativo, como los ejecutivos de los consejos de administración y los gerentes.
Una característica distintiva de la planificación táctica es el marco temporal en el que se ejecutan las acciones, normalmente de 1 a 3 años, abordando un futuro más cercano que la planificación estratégica, es decir, el medio plazo.
Principales características de la planificación táctica
- Especificidad: Las acciones tácticas son detalladas y están dirigidas a áreas específicas de la organización.
- Responsabilidad departamental: Cada departamento o unidad funcional es responsable de desarrollar y aplicar sus propias estrategias tácticas.
- Corto y medio plazo: La planificación táctica suele abarcar periodos de uno a tres años, adaptándose a los cambios y exigencias del entorno empresarial.
Los mandos intermedios son los principales responsables de ejecutar la planificación táctica, garantizando que las operaciones cotidianas se ajusten a los objetivos de la empresa a corto y medio plazo.
¿Qué es la planificación operativa?
La planificación operativa es el punto de partida para poner en práctica las acciones y metas trazadas por el nivel táctico, con el fin de alcanzar los objetivos fijados en las decisiones estratégicas.
Además, este plan se centra en actividades a corto plazo, normalmente con un horizonte de 3 a 6 meses.
Todos los sectores de la organización participan en este proceso, dedicándose a supervisar las actividades diarias para garantizar que se llevan a cabo de acuerdo con los procedimientos definidos y alcanzan resultados concretos.
Principales características de la planificación operativa
- Responsabilidad de la ejecución: La responsabilidad de la ejecución de la planificación operativa recae en los supervisores, jefes de equipo y empleados operativos que llevan a cabo las actividades cotidianas de la empresa.
- Corto plazo: la planificación operativa suele abarcar un horizonte temporal a corto plazo, que oscila entre semanas y un año, y se centra en acciones inmediatas y operaciones cotidianas.
- Especificidad y detalle: las acciones esbozadas en la planificación operativa son muy específicas y detalladas, dirigidas a optimizar procesos y recursos para alcanzar objetivos a corto plazo.
Los supervisores y jefes de línea son los principales responsables de llevar a cabo la planificación operativa, garantizando que las actividades diarias se ajusten a los objetivos operativos inmediatos de la empresa y que los recursos se asignen de forma eficiente para satisfacer las demandas diarias.
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¿Cuál es la relación entre los 3 tipos de planificación?
Los tres tipos de planificación – estratégica, táctica y operativa – están interrelacionados y dependen unos de otros para el crecimiento efectivo de la empresa.
Inicialmente, la organización establece sus objetivos y metas estratégicos, que luego se desglosan en objetivos más específicos para cada sector, lo que constituye la planificación táctica. Por último, se definen las acciones y prácticas operativas necesarias para alcanzar estos objetivos.
Por eso, tener acceso a herramientas que ayuden a los gestores y líderes a analizar la productividad y gestionar cada sector de forma eficiente es fundamental para establecer proyectos, metas individuales y colectivas, impulsando el crecimiento organizacional con mayor eficacia y asertividad.
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Aunque los tipos de planificación son un enfoque poderoso, es importante recordar que su aplicación requiere el compromiso, la planificación y la implicación de toda la organización para lograr resultados significativos.
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Preguntas más frecuentes
1- ¿Qué es la planificación estratégica situacional?
La Planificación Estratégica Situacional es un plan de acción que tiene en cuenta la situación actual de la empresa, adaptándose a los constantes cambios del contexto organizativo real.
2- ¿Cómo influye la Planificación Estratégica en las decisiones de la empresa?
La Planificación Estratégica proporciona una visión clara de los objetivos a largo plazo de la empresa y orienta las decisiones a todos los niveles de la organización.
3- ¿Cómo pueden ayudar al proceso las herramientas de planificación?
Las herramientas de planificación, como el BSC y la Matriz DAFO, ofrecen estructuras y metodologías para ayudar a analizar y tomar decisiones estratégicas.
Conclusión
Como puedes ver, la planificación estratégica, táctica y operativa son componentes interdependientes que trabajan juntos para impulsar el éxito y la competitividad de una empresa.
Mientras que la planificación estratégica establece la dirección general, la planificación táctica y operativa garantiza que esta visión se traduzca en acciones tangibles a todos los niveles de la organización.
Al comprender las diferencias e interconexiones entre estos tipos de planificación, las empresas pueden desarrollar estrategias más eficaces y adaptables para afrontar los retos actuales y futuros del mercado.
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